viernes, 29 de abril de 2016

El secuestro de las marcas

Para todo hay una primera vez, y en el mundo de la fotografía no iba a ser menos, llega un momento en el que nos hacemos con nuestra primera reflex y no somos conscientes de que realmente nos estamos casando con una marca, y que el diborcio saldrá caro.

Cuando compramos nuestra primera reflex, seguramente miramos las características, precios, objetivos, análisis, competencia... y por fin nos hacemos con ella, al principio todo es genial, infinidad de posibilidades y un mundo nuevo que descubrir y experimentar, pero pasa el tiempo y esa cámara con la que hemos aprendido se empieza a quedar pequeña, empiezan a salir modelos mejores y comienzas a pensar en cambiarla, pero claro, en ese momento seguramente ya tendrás un par o tres de objetivos que no son precisamente baratos y solo son compatibles con esa marca y entonces tienes dos opciones, o malvender todo y pasarte a otra marca o elegir el camino fácil, cómodo y barato y comprar solo el cuerpo de la marca en la que ya as invertido un dinero, al final casi todos optamos por la segunda opción, seguramente nos haremos con algún objetivo mas y cada vez costará mas cambiarnos a otra marca.

Así que pensadlo bién antes de haceros con vuestro primer cuerpo, pués seguramente seguiréis con esa marca durante muchos años.

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