Perdiendo el momento decisivo

Hablaba Henri Cartier Bresson del momento decisivo en el que tomar una foto, como el instante exacto en el que apretar el botón de la cámara y sacar la mejor foto, y tenía razón. Cuando solo se podía hacer una foto, tenías que acertar en el momento exacto en el que disparar, era la diferencia entre una gran foto y una foto mediocre, no podías hacer una ráfaga de fotos infinitas y decidir luego la buena.

La Nikon D5 llega hasta los 14 fotogramas por segundo y la Canon EOS 1DX MarkII llega hasta los 16, sin contar el hecho de que la mayoría de cámaras suelen conseguir mas de 5 fotos por segundo, lo cual tampoco está mal, con estas cifras lo del momento decisivo se ve un poco de otra manera, ahora solo basta con pulsar el botón y esperar que la cámara enfoque (que en eso también son bastante rápidas) y capte unos 15 momentos decisivos, lo difícil es luego escoger la buena... alguno pensará, que no es tan fácil, que hay que encuadrar y componer, pero sinceramente con la cantidad de megapixels que tienen las cámaras de hoy en día ni siquiera hay que molestarse en eso, mejor no cerrar el encuadre y luego recortar tranquilamente en casa, total ¿de que otra manera se aprovechan mas de 30 megapixels?

Con el tiempo hemos ganado en velocidad, calidad y tamaño de imagen, hoy podemos hacer cosas que hace solo 10 años eran muy difíciles de conseguir, la fotografía de Dalí que aparece al principio seguramente fue muy difícil de conseguir y mas teniendo en cuenta que no podían comprobar el resultado en el momento, tenia que esperar al revelado, hoy seria un poco mas fácil, solo habría que tirar una ráfaga de fotos en el "momento decisivo" y comprobar si hay alguna imagen que valga la pena, seguramente se repetiría muchas menos veces, sin contar que la forma de trabajar hoy en día no es esa, ahora primero se tirarían los gatos, después saltaría Dalí, el agua... luego se haría la composición de la imagen con Photoshop y quedaría perfecta.

decenas de fotógrafos captando el "momento decisivo"

Pero todavía no está todo perdido, todavía hay espacio para la artesanía y el buen hacer del fotógrafo, no todo depende de la cámara, como demostró el fotógrafo Cameron Spencer, que se atrevió a hacer un barrido a Usain Bolt en la carrera de los 100m lisos, justo en el momento que miraba a cámara sonriendo, a una velocidad de disparo de 1/40, se jugo todo a una foto y disparó en el momento preciso consiguiendo la foto, mientras que sus 12 compañeros de oficio, seguramente hacían 150 fotos cada uno en los escasos 10 segundos que dura la carrera (cerca de 1800 fotos), el tomo solo una, pero fue la mejor.

Puede que todavía siga siendo valido eso del momento decisivo después de todo.